Mi experiencia como voluntaria para el rescate de fauna empetrolada en el ACR de ventanilla, cuando ocurrió la tragedia y se comenzó a trasmitir por todas las plataformas me sentí llena de impotencia y me sentí en la obligación de ayudar, cuando le dije a mi mamá le pareció una locura considerando que era inseguro y que como bien sabemos la situación estaba complicada, igualmente me uní al ACR de ventanilla y fui durante un mes mi primer día fue un shock total porque una cosa es lo que se ve en las pantallas y otra es estar en el campo, el escenario era horrible el mar negro, la playa llena de cadáveres, la arena negra, un olor insoportable que te hacía doler la cabeza, caminando bajo el intenso sol con un mameluco y botas de goma se tenía un sentimiento que no sabría cómo describir, sentí que le daba voz a los más indefensos y vulnerables la primera ave que rescate me toco tanto el corazón porque cuando la sostuve me di cuenta de lo vulnerables y expuestas que estaban y así fue como fui parte de esta misión por un mes, trabajo arduo y duro que se realizó con un gran equipo y maravillosas personas que compartimos la misma pasión y entregaron absolutamente todo para salvar a los más indefensos y sacar la cara por nuestras playas y la fauna
Aunque a veces sientas qué haces muy poco por más “poco” que sea un pequeño granito marca la diferencia, hay que darle voz a los que no pueden hablar.
REDACTADO POR: Valeria Mattiello – Estudiante de Medicina Veterinaria y Zootecnia en la Universidad Científica del Sur